jueves, 29 de marzo de 2007

LA SONRISA DEL ENTUSIASMO

Qué tal, Locos del Baloncesto Colegial!

Hoy tenemos un nuevo visitante en el blog. Como podréis comprobar cuando leáis su artículo, es un amigo. Su nombre es Gonzalo Alejandro Gómez Valcarcel. Pero para mi será siempre Coach Carra. Un gran tipo. Y un gran loco del baloncesto colegial. "Qué hablen de uno, aunque sea bien", dicen que dijo alguien. Gracias, coach. Y prohibido volverse a Oviedo antes de que termine la Copa Colegial. ¡Queremos verte en la Final!

LA SONRISA DEL ENTUSIASMO.
Corría el año capicúa de 2002 cuando todo empezó. Podría decir que fue un sueño que teníamos todos en mente, pero mentiría. Tal sueño sólo perteneció a dos personas, y ese sueño lo quisieron compartir con todos los demás.

P&P; ¿Marty Mcfly? (http://en.wikipedia.org/wiki/Marty_McFly) y ¿Ace Ventura? (http://en.wikipedia.org/wiki/Ace_Ventura);

¿Pixie y Dixie? (http://en.wikipedia.org/wiki/Pixie_&_Dixie)
¿Zipi y Zape? (http://en.wikipedia.org/wiki/Zipi_y_Zape)
¿Bonnye and Clyde? (http://en.wikipedia.org/wiki/Bonnie_%26_Clyde)

Podrían ser, pero para presentar a esta pareja de entusiastas de sonrisa continua, me hubiera gustado tener a mi lado al señor Ken Carter(http://en.wikipedia.org/wiki/Ken_Carter), al de verdad, como hace dos años. Sí, a Coach Carter a mi lado, para que volviera a definirlos así, como lo hizo entonces en la embajada de EEUU.

Martínez y Carabias siguen siendo los gestores y entusiastas de siempre. Tanto es así que no se les pone nada por delante y superan todas las adversidades, no perdiendo jamás la sonrisa del entusiasmo, suceda lo que suceda. Creo que lo han demostrado con creces.

Allá por ese año de referencia, me encontraba realizando una liga interna (LIB), para los chavales del Ramiro cuando salían de clase y tuve la casualidad, y la suerte, de poder empezar a dirigir al equipo de los Delfines, algo que duró finalmente cinco años. Podría hablar de infinidad de detalles, de vivencias fabulosas y de personas entrañables con las que pude compartir estos años extras de sentimiento colegial, qué creí evaporados una vez terminé mi etapa en Bachiller. Bendito regalo.

Destacaré algo por encima de todo. Algo único que jamás creí que vería: el sentir de los jugadores al disputar esta competición. Siempre pensé que al pertenecer a un lugar con tradición y con un club deportivo fuerte, la competición colegial iba a pasar bastante desapercibida, pero me equivoqué desde la primera edición. Los chicos del Ramiro son como todos y da igual donde estuvieran jugando, ya que todo aquel que se ponía la camiseta del cole lo daba todo. Hubo casos de muchos chavales que al empezar el curso en octubre ya estaban preguntando por la competición colegial y eso que empezaba en febrero.

La competición colegial que nos trajeron “los Pablos” se convirtió en la mejor forma de “casar” al cole y al basket. Todos aquellos que anhelaban representar a su cole lo consiguieron gracias a esta gran oportunidad. Para muchos de los chavales y para mi no tiene parangón esta forma de competir. Representar a la gente con la que convives mucho tiempo, representar una educación, un estilo, incluso representar a los que te han enseñado (los “profes”), no se cambia por nada.
Yo era de los necios que pensaban que la suma de Ramiro y Baloncesto sólo daba igual a club deportivo. Desde el 2002, dos entusiastas, de sonrisa permanente, me mostraron que estaba equivocadísimo. Me ayudaron a pensar que el cole lo era casi todo. Por lo que merece la pena luchar.

El Ramiro nunca gano el título en estas competiciones. Pero lo que nadie sabe es que gano lo más importante: encontrarse a sí mismo.

Gracias “Pablos”.


Gonzalo Gómez.

Entrenador de Ramiro de Maeztu Delfines durante cinco años (2002-2006).

(nota de Gonzalo Gómez: Ahora entiendo mucho mejor la diferencia entre la NCAA y la NBA, por ejemplo).

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