domingo, 26 de abril de 2009

EL PARTIDO ESPERADO

¿Qué tal, Locos del Baloncesto Colegial?

Y por fin llegó. El viernes pasado se disputó uno de los dos partidos del año en el baloncesto colegial madrileño. Los Piratas de Soto y Joyfe Canguros jugaron la Gran Final Colegial masculina.
¿Qué nos esperaría este año?
Como siempre, la realidad supera cualquier expectativa en este emocionante campeonato colegial. La cancha de Soto del Real vivió uno de los ambientes más emotivos de la historia del torneo. Los seguidores piratas llenaron casi tres cuartas partes del gimnasio con sus colores negros; con las banderas que ya son un clásico de sus andanzas por el torneo estos últimos años; con un homenaje previo a los anteriores piratas que habían asaltado las ediciones anteriores pero que jamás habían llegado tan lejos como una Gran Final. Por allí desfilaron entrenadores, jugadores emblemáticos... hasta un All-Star y un Best Student Athlete como Alejandro Suárez, ahora en labores de animación por exigencias del guión, por amor a una competición.
Enfrente, las huestes de Joyfe habían fletado dos autobuses y numerosos canguros para presenciar un nuevo intento del equipo masculino por obtener un estandarte.
El equipo de Telemadrid (En Acción), como cada año no daba crédito al ambiente del pabellón: más de mil personas que no dejaron por un instante de animar a sus colegios. Era el partido soñado...
Los Piratas no se pusieron en marcha hasta bien entrado el primer cuarto. Fue un inicio lento, pero estaban allí para dar la cara hasta el final. Calambres, cansancio, lucha sin cuartel hasta el último balón... Y dos testigos de excepción este año que nos ayudaron a lo largo de la tarde-noche, y a los que Telemadrid entrevistó también: Gonzalo Martínez (ex jugador ACB desde 1992 hasta 2008) y Juanjo Requena (ex árbitro ACB más de 25 años, y retirado hace dos temporadas). Ambos coincidieron en que lo vivido en la Gran Final es la mejor experiencia deportiva que pueden tener los jugadores a esa edad; dejarse la piel junto a los compañeros de clase defendiendo el escudo del colegio, animados por otros compañeros, profesores y padres en la grada... Es la Copa; es el partido soñado.
Al final, la victoria cayó del lado de los Canguros, pero la entrega de premios tuvo momentos impagables como el discurso del capitán de los Piratas ensalzando al rival, y animando a sus compañeros a darlo todo el año que viene.

Y esto, queridos locos del baloncesto colegial, no ha terminado. El próximo martes 28, el colegio Estudio será testigo del otro gran partido: las Halcones tratarán de vengar su derrota del año pasado ante unas Lobas de Agustiniano que quieren ser Leyenda de la Copa.

Allí estéremos... ¿o es que puede haber un sitio mejor?

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